«Somos Amigos, somos Hermanos, somos Familia»

Como expresión de la Sinodalidad en la Diócesis de Nezahualcóyotl hemos elegido caminar juntos a la luz de la Metodología Prospectiva, la Eclesiología Postconciliar del Vaticano II y la Espiritualidad de Comunión, alma de toda nuestra acción pastoral y evangelizadora; Lo cual nos ayuda a comprender y a vivir como Iglesia Pueblo de Dios, Cuerpo místico de Cristo y Sacramento de Salvación.

La Dimensión de Pastoral Familiar de la Diócesis de Nezahualcóyotl, bajo los principios de la solidaridad y subsidiariedad invita a participar en la “Semana de la Familia, 2021” que se titula: “Somos hermanos, somos amigos, somos familia”, y que se llevará a cabo en cada una de las parroquias. 

Con la intención de responder al modelo de situación de las familias y sus necesidades, además de vincular los trabajos de la Pastoral Familiar al Plan Diocesano de Pastoral. Estos medios escritos y digitales también son nuevas formas de evangelizar a las familias en las parroquias y puede ayudar para evangelizar en los sectores parroquiales.

Esta pandemia ha llevado a cuestionar lo más propio de nuestras relaciones en comunidad, ayudándonos a revalorar la importancia fundamental de la familia. 

Hoy más que nunca nos hemos acercado a los medios de comunicación y a las redes sociales, sin embargo, el uso desmedido de estas, no nos ha llevado a establecer fuertes lazos de fraternidad, ni amistad social, paradójicamente nos estamos aislando cada día más, sumidos en los distintos dispositivos electrónicos, sustituyendo muchas veces lo real con lo digital. Es más, el sobre-uso de las redes sociales no nos ha llevado a crear fraternidad. 

Si bien es cierto que la globalización y los avances de la información nos han hecho avanzar en algunas cosas, se han descuidado la equidad y la inclusión social. El mismo Papa Francisco nos dice:

A la luz de Fratelli Tuti queremos analizar la realidad de lo que nos está pasando, tomar conciencia de nuestra situación actual y recobrar la esperanza a hacia el futuro que queremos mejorar, como tarea y responsabilidad de todos.

A raíz de la pandemia del Covid – 19 existe una infodemia, que tiene que ver con la sobreabundancia de información falsa o maliciosa, exagerada o de medias verdades, sobre la pandemia, y su rápida propagación sobre todo en las redes sociales y algunos medios de comunicación.  Situación que se convierte en un desafío por su rápida propagación, de ahí la importancia de leer y mantenerse bien informado, sin obsesionarse por obtener la última información del día.

¿Quién no ha escuchado hablar de una gran conspiración?

Otros, desacreditan a estos primeros precisamente por promover esa explicación que lo explicaría todo. Y, de paso, sostienen que lo que sucede en el mundo no es más que la historia siguiendo su curso normal. Utilizan dos grandes etiquetas para sacar del debate a los que piensan diferente: “conspiranóico” y “negacionista”. Cuando aparecen estas etiquetas es un "game over": son insultos elegantes y el fin del debate. Si alguien le dice conspiranóico a otro, entonces está eximido de explicar y fundamentar sus puntos de vista. Parece que, si tachas a tu oponente de negacionista, entonces estás en el bando correcto de la historia y no hace falta, decir nada más.

El conspiranóico, obviamente, debe ser apartado de la arena pública, tragarse sus dudas y sumarse al relato oficial... o agonizar a un costado del camino.

El Papa Francisco en la Fratelli Tutti nos invita a ser constructores de diálogo y de la amistad social, sin imponer mis ideas al otro, ni descalificarlo a-priori, porque piensa diferente, y mucho menos manipular hábilmente la palabra, y vencer al otro con el poder de la retórica o la imposición de la palabra con tonos altos y agresivos. 

Lo cierto es que nadie puede negar que en la sociedad ha aumentado la polarización: en lugar de debatir, una parte de la humanidad está ejercitando la cancelación sobre la otra. Y “casualmente” siempre son cancelados los mismos, los más débiles, los más pobres.

Está por demás decir que nosotros no estamos a favor de la polarización ni de la descalificación. Más bien, nos unimos al Papa Francisco, y como él, estamos convencidos de que hace falta más fraternidad en el mundo, y precisamente por esto compartimos este subsidio de la semana de la familia, porque creemos que la verdad expresada con libertad es el mejor camino para superar las barreras y tender verdaderos puentes de auténtica fraternidad.

Se nos invita a participar, con humildad, pero sin complejos, en el debate público, porque fraternidad y verdad siempre deben ir de la mano. Estos tiempos de Pandemia, queremos contemplarlos con la mirada de fe, para nosotros es un Kairos, un tiempo de gracia en el Señor, una oportunidad para acrisolar nuestra capacidad de resiliencia de forma armoniosa y de fluir con la vida, adaptándonos a las distintas circunstancias que nos ha tocado vivir, mirando al futuro con esperanza y con una profunda creencia en que la vida tiene sentido a pesar de todo, y siendo creativos de manera natural.

Queremos despertar consciencias y asumir responsabilidad desde nuestra libertad fundamental. Y no dejarnos engañar ni arrastrar por la dictadura del relativismo, que desemboca en la dictadura del capricho emocional. Es verdad, que muchas personas, sobre todo jóvenes han sido formateados en este modelo de pensamiento. Pero estas ideas son insuficientes, no alcanzan para satisfacer los anhelos de verdadera felicidad de la persona humana.

Mientras generemos consciencia y cada día haya más personas conscientes, que se comprometen en la lucha por lo que creen, que lean, se informen y se formen, que hagan de la caridad y la misericordia su fuente de vida, sin renunciar a la verdad, el futuro está asegurado.

Compartimos este material en la Diócesis de Nezahualcóyotl, en la esperanza de que pueda dar grandes frutos, encomendándonos a la Sagrada Familia de Nazaret, para que interceda por todas las familias de nuestra Diócesis, para que vivamos con alegría y esperanza un nuevo despertar y florecer comunitario.

Paz y Alegría

+Mons. Héctor Luis Morales Sánchez

Obispo de Nezahualcóyotl