«La Familia con educación, instrumento de Dios al cuidado de la creación»

— Presentación —

Como expresión de Sinodalidad de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla, hemos elegido caminar juntos a la luz de la Metodología Prospectiva, la Eclesiología Postconciliar del Vaticano II y la Espiritualidad de Comunión, alma de toda nuestra acción pastoral y evangelizadora, lo cual nos ayuda a comprender y a vivir como Iglesia, Pueblo de Dios, Cuerpo místico de Cristo y Sacramento de Salvación.

La Dimensión de Pastoral Familiar de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla, bajo los principios de la solidaridad y subsidiariedad, invita a participar en la “Semana de la Familia” que se llevará a cabo en cada una de las diócesis de la Provincia (Cuautitlán, Izcalli, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Teotihuacán, Texcoco, Tlalnepantla, Valle de Chalco). Con la intención de responder al modelo de situación de las familias y sus necesidades, además de vincular los trabajos de la Pastoral Familiar, al Plan Diocesano de Pastoral. Ofrecemos este subsidio para realizar la Semana de la Familia 2020, que se titula: “La Familia con educación, instrumento de Dios al cuidado de la creación”. Estos medios escritos también son nuevas formas de evangelizar a las familias en las parroquias y en sus sectores; además de destacar el valor invaluable de la familia.

Invitamos a nuestros pastores, a los presbíteros, a las religiosas, religiosos y agentes de pastoral familiar de la provincia, a sumar esfuerzos para continuar con la evangelización de las familias, ahora a la luz de la Encíclica “Laudato si’”, que es un verdadero tratado de ecología desde una perspectiva integral.

La familia es como el corazón de la Iglesia donde nace la fe, se cultivan las virtudes y florecen las vocaciones laicales y sacerdotales para vivir la fe al servicio del Reino de Dios, con miras a transformar nuestro mundo.

Ponemos en tus manos este subsidio para el desarrollo de la semana de la familia: “La Familia con educación, instrumento de Dios al cuidado de la creación”.

Los temas que proponemos son:

1)   Lo que le está pasando a nuestra casa común — Contaminación, basura y cultura del descarte/ Iniquidad planetaria.

2)   Hacia una ecología integral.

3)   Ecología de la vida cotidiana — Ideología de género y teología del cuerpo.

4)   Educación y espiritualidad ecológica.

5)   Conversión ecológica.

 La verdadera educación de la responsabilidad conlleva una conversión auténtica en la manera de pensar y en el comportamiento.

Compartimos este material en la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla, en la esperanza de que pueda dar grandes frutos, encomendándonos a la Sagrada Familia de Nazaret, para que interceda por todas las familias y vivamos con alegría y esperanza un nuevo despertar y florecer comunitario, a la luz esperanzadora de la “Laudato sí’”.

+Mons. Jorge Cuapio Bautista

Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

Coordinador de la Comisión

Pero hemos hecho del mundo un lugar de muerte. ¿Qué le estamos haciendo a nuestra casa común? La estamos llenando de basura, contaminación, estamos de frente a la cultura del descarte y la iniquidad planetaria. En el mundo existe mucho llanto, gritos, fatigas y mucha muerte injusta. Pensemos en los tres problemas más grandes que tiene hoy la humanidad (Benedicto XVI dijo): la pobreza y el hambre, las guerras y la destrucción de la naturaleza. Problemas que afectan principalmente a los más pobres. Laudato si’ insiste en que no se pueden separar la crisis ecológica y la pobreza que hay en el mundo, que “el ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos”, y que el deterioro del ambiente y el de la sociedad afectan de un modo especial a los más débiles del planeta” (LS 48). 

Existe una desgarradora crisis ecológica, que amenaza a las mismas estructuras que sostienen la vida de nuestro planeta, y cuyas causas son multifacéticas y muy complejas. Por un lado, el antropocentrismo, que imagina que todos los seres tienen solamente valor en la medida en que se ordena al ser humano, y se separa el hombre de la naturaleza. El paradigma tecnocrático, ha dominado la naturaleza, produciendo grandes avances y también muchos males. El inmenso crecimiento tecnológico no estuvo acompañado de un desarrollo del ser humano en responsabilidad, valores, conciencia (LS 106). 

El modelo de desarrollo económico capitalista (consumista y excluyente), o el socialista; ambos sistemas no han tenido en cuenta a la naturaleza. Por tanto, la crisis ecológica en sus raíces profundas es una crisis moral, donde están presentes estructuras de pecado, que se fundan en el pecado personal y, por consiguiente, están unidas siempre a actos concretos de las personas, que se introducen, y hacen difícil su eliminación (Sollicitudo Rei Socialis 36).

La Laudato si’ es una especie de carta magna de ecología integral, que pide una conversión ecológica integral, una conversión de raíz que nos lleve a hacernos conscientes de nuestra verdadera realidad como criaturas, y de la necesidad de vivir agradecidos por los dones que Dios nos da; desde esa conversión se refuerza en profundidad el impulso a reconstruir la fraternidad, a buscar el encuentro, a colaborar en el bien común, a cuidar el planeta Tierra y todo lo que en él existe…

Para el Papa Francisco la cuestión ambiental es mucho más profunda. Debería ser una mirada distinta, un pensamiento, una política, un programa educativo, un estilo de vida y una espiritualidad que conformen una resistencia ante el avance del paradigma tecnocrático” (LS 111).

Queremos generar conciencia, comunión y participación en el compromiso serio y responsable de continuar valorando, cuidando y acompañando a las familias de nuestras Iglesias particulares, por parte de todos los agentes de pastoral familiar, quienes con mucho entusiasmo acompañan y orientan a las familias, a llevar una auténtica vida cristiana, con sentido de pertenencia a la Iglesia, insertados en una parroquia determinada.

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